domingo, 24 de julio de 2011
Interpretación de Petroglifo
Silvia Vives Interpretación de este petroglifo,
uno de mis favoritos.Se presenta a través de la numerología con 8, aquel que de por sí ya es representación del universo y que tiene como objetivo llevar a la humanidad a buscar sus principios y valores más nobles a favor de su prójimo.Por lo tanto, podría estar relacionado con un ritual de sacrificio,ya que se tendría,de ser así, un sentido muy alto del desprendimiento material.
Su estrecha relación con el plano espiritual de la zona señala el lugar en que debería haber estado el cuerpo de un infante, probablemente para ser dedicado a losdioses, según se ha visto en otros hallazgos de culturas incaicas.
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Abajo del lazo hay una círculo o un óvalo que recibiría las cenizas del sacrificado. El resto representa una imagen que puede ser una rana. La rana, en la cultura Inca, era la única deidad que favorecía la lluvia, una lluvia bendita que propiciaba la vitalidad sexual e intelectual masculina, para no confundir a la pareja y ser fértil.·
La rana, en la cultura Inca, era la única deidad que favorecía la lluvia, una lluvia bendita que propiciaba la vitalidad sexual e intelectual masculina, para no confundir a la pareja y ser fértil.
· Abajo del lazo hay una círculo o un óvalo que recibiría las cenizas del sacrificado o bien, podría ser un cuenco, hoyo o cavidad para recibir la lluvia tan preciada y símbolo de la fertilidad.
Para esta interpretación recurrí a la numerología,interpretación de símbolos en Miculla, relación entre petroglifos en la cultura incaica y Discovery Channel
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sábado, 23 de julio de 2011
La fauna altiplánica, protección a la vicuña
Desde el comienzo altiplánico chileno hasta el de Perú y Bolivia se puede apreciar la iniciativa de protección a la fauna ,especialmente a la vicuña, promovida por los gobiernos y de responsabilidad de ellos.
En la zona desértica se ven rebaños de hermosas vicuñas, esta no es todavía un animal que sea aprovechable porque está dentro de los animales categorizados como en proceso de extinción. Entonces, para poder hacer uso de la vicuña, la comunidad tiene que organizarse y despues hacen unas capturas, que se llaman, las capturas de la vicuña, les sacan la fibra, hacen una clasificación de la fibra, pero todavía no pueden vender porque las normas nacionales no les permiten.
A nivel internacional existen el tema de la Convención Internacional de Especies en Peligro de Extinción, es en inglés CITES (http://www.cites.org). Para ello, se ha implementado un programa de protección a la vicuña en estas zonas y en otras que está dando buenos resultados.
miércoles, 20 de julio de 2011
Petroglifos de Miculla, turismo místico
Yatiris y curanderos de la región acuden a la zona mística del desierto de San Francisco, plena Pampa en la región peruana de Tacna. Las enigmáticas piedras conocen los secretos de épocas cuaternarias en la zona. Desde allí, se puede rastrear la vida de la región.
El museo de Miculla , centraliza esta misión de mostrar abiertamente estas huellas arqueológicas con figuras antropomórficas, zoomórficas, místicas y constelares.
Imágenes concéntricas, espirales, la Cruz del Sur, entre ellas, sorprenden al turista, pero el círculo mágico no se queda allí, al contrario, considerada tierra mística se ha ido forjando una ruta petroglífica de varios kilómetros donde las piedras retienen el pasado en espera del visitante.
La cultura andina le atribuye esta mística, expresada a través del conocimiento oral que se tiene de esta zona. Posibles ritos, santuarios que sirvieron incluso para sacrificios, caminos escondidos del ojo usurpador, todo eso y mucho más es Miculla.
Las piedras parlantes nos señalan que debemos continuar descifrando el dilema.
Mujeres en el Altiplano
La espera ha sido larga, las mujeres del Altiplano chileno no se diferencian en absoluto de sus vecinas , peruanas y bolivianas, no las amedrenta ni el clima tórrido del día ni la camanchaca que cae severa todas las tardes.
Viven la vida resignadamente, pueblos pequeños, lugares de recuerdos y de alguna concurrencia
turística. Se defienden de estos intrusos ,pero a la vez les necesitan, ya que con ellos su vida puede dar algunos vuelcos.
La paciencia no tiene límites en el altiplano, es como la arena, recorre suavemente los espacios del alma.
Las mujeres del Altiplano son resignadas y están allí como las montañas , firmes, imponentes y hermosas, aunque oculten su rostro. El colorido de sus vestimentas llama la atención al viajero, al igual que sus sombreros, prenda número uno en su elección.
Las mujeres del Altiplano no conocen las ciudades de rascacielos y algunas ,ni siquiera han bajado a los pueblos vecinos. Se mueven entre el andar de las llamas,alpacas y vicuñas; conviven en la plaza y cada una tiene su rincón favorito a la espera de la tarde.
Las mujeres, ya viejas, han visto despedirse a las más jóvenes que no desean esa vida monástica y emigran hacia las ciudades.
Allí permanecerán hasta descansar en la tierra salina, seca y suave que guardará sus pensamientos y anhelos jamás cumplidos.
sábado, 16 de julio de 2011
Arequipa, encuentros con el nuevo Perú
Arequipa se muestra de a poco a los visitantes, primero es una ciudad común, hasta que aparece ese aroma que se desprende de los pueblos que mantienen sus tradiciones. No cuesta encantarse con su gente, sus iglesias, sus casonas antiguas convertidas en museos, universidades o pasajes de exhibiciones. El siglo XIX permanece en las idas de subida y bajada del "cercano".
Arequipa llama al viajero a recorrer los claustros. Fácil es recrear esa visión de mujeres del siglo XVI en la ciudadela de Santa Catalina, ajenas al deseo de compartir sus vidas, ya sea por imposición paterna o , simplemente por un encierro obligado en torno a sus honras.
Arequipa iluminada entrega de noche placeres a los sentidos. La vida corre a pasito lento, la vida se esconde entre cierres de plazas aromatizadas , iluminada en el día por el cielo puro descontaminado, ajeno al de nuestras ciudades cercadas de industrias.
Arequipa, la blanca, la del sillar, hermanada en muchos aspectos con la hermosa Quito nos refresca el alma, nos muestra lo que pueden hacer los pueblos que saben de su valor.
Flora Tristán, se ve envuelta en este enjambre de colores que es Arequipa, aunque a ella no le pareció desde su mirada europea tan hermosa; La Mariscala, aguerrida se deja conocer en su historia; Dominga Gutiérrez aún esconde su paradero , luego de su huida del convento de Santa Teresa.
Arequipa, podría hablar mucho de ti, pero son espesos los recuerdos y hay que despejarlos.
Por ahora, solo digo esto en respuesta a mi visita a la ciudad del sillar.
Arequipa llama al viajero a recorrer los claustros. Fácil es recrear esa visión de mujeres del siglo XVI en la ciudadela de Santa Catalina, ajenas al deseo de compartir sus vidas, ya sea por imposición paterna o , simplemente por un encierro obligado en torno a sus honras.
Arequipa iluminada entrega de noche placeres a los sentidos. La vida corre a pasito lento, la vida se esconde entre cierres de plazas aromatizadas , iluminada en el día por el cielo puro descontaminado, ajeno al de nuestras ciudades cercadas de industrias.
Arequipa, la blanca, la del sillar, hermanada en muchos aspectos con la hermosa Quito nos refresca el alma, nos muestra lo que pueden hacer los pueblos que saben de su valor.
Flora Tristán, se ve envuelta en este enjambre de colores que es Arequipa, aunque a ella no le pareció desde su mirada europea tan hermosa; La Mariscala, aguerrida se deja conocer en su historia; Dominga Gutiérrez aún esconde su paradero , luego de su huida del convento de Santa Teresa.
Arequipa, podría hablar mucho de ti, pero son espesos los recuerdos y hay que despejarlos.
Por ahora, solo digo esto en respuesta a mi visita a la ciudad del sillar.
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